Estética Digital, Sintopía del arte, la ciencia y
la tecnología.
"Reflexión"
El arte interactivo
es una nueva práctica que no excluye otras disciplinas tradicionales sino
que deja abierta la puerta a la experimentación
y la innovación. Las experiencias y transformaciones que están
teniendo lugar en el ámbito del arte
que emplea los nuevos medios digitales y de telecomunicación
suponen cambios radicales en los procesos creativos, la percepción y la
estética.
Con las tecnologías
digitales están involucrados ya no sólo sistemas directamente vinculados con la
realidad; objetualidad, materialidad, sino también dispositivos basados en
parámetros de virtualidad; artificialidad, inmaterialidad. En los sistemas
artificiales la interactividad proporciona al usuario la sensación de expansión
de su universo cognitivo y de sus capacidades sensomotoras. Es por ello que en
cualquier intercomunicación cuando existe la necesidad de control, el diálogo
como tal desaparece y es sustituido por el discurso o las estrategias de
manipulación, esto es precisamente lo que sucede en la interacción
humano-máquina.
También se puede hablar
de La Realidad Virtual, la Vida Artificial y la Inteligencia Artificial
como sistemas incorporados al arte, que plantean nuevas
experiencias participativas e interactivas, que permiten integrar al espectador
en el contexto de la obra, a partir de las cuales se hace cada vez más
notable la interrelación entre arte, ciencia y tecnología.
Se está experimentando entonces un encuentro entre arte y ciencia
motivado por las
nuevas tecnologías en donde los artistas han tenido una
nueva herramienta de trabajo, el ordenador. la simulación
subraya la función de la interfaz como un modelo implícito de interacción entre
usuario y sistema y por lo tanto disimulado: el usuario cree que puede
controlar el sistema, aunque sea consciente de que no puede entender la manera
a través de la cual lo hace, la tecnología ocupa un lugar destacado y es
parte fundamental de la investigación del artista y desde la actitud más
crítica, las maquinas son empleadas como herramientas a servicio de una idea
conceptual o búsqueda intelectual que da significado a la obra.
Es entonces como las
interfaces son necesarias para posibilitar la interacción entre dos o más
sistemas organizados distintamente, mediante el uso de interfaces, el hombre
tiene la facultad de controlar determinadas cosas de su entorno. A partir de
esto se puede aclarar que los dispositivos de interacción y las interfaces
funcionan como elementos de control con objeto de mantener la ecuanimidad de la
comunicación.
Toda interfaz debe utilizarse para mejorar la percepción de
la creación exhibida, a favor de quien la contempla. La propia eficacia de esta
interfaz, determina el éxito de una obra de arte o un diseño de acuerdo a la
interactividad que propicie con los espectadores, por ello es importante saber
el vinculo psicosensorial humano-máquina, teniendo en cuenta el horizonte
psíquico. Las interfaces de estos
nuevos medios y su lenguaje asociado, juegan entonces un papel más importante
aún que el que han tenido hasta el momento, en aplicaciones tradicionales
debido a la disparidad de usuarios, lenguajes, aplicaciones y la velocidad con
que todos estos factores están cambiando.
También es importante hablar del internet, como gran
protagonista del arte interactivo, ya que se ha convertido en un nuevo
espacio que ha permitido disponer de elementos que facilitan la práctica y
socialización de las obras del artista y en donde la experimentación se presta
para emprender acciones que dentro del entorno virtual permiten visualizar, con
el fin de agilizar e innovar y agilizar procesos que generen nuevas
oportunidades de creación.
En conclusión la
tecnología ocupa un lugar destacado y es parte fundamental de la investigación
del artista; y desde la actitud más crítica, las máquinas son empleadas como
herramientas a servicio de una idea conceptual o búsqueda intelectual que da
significado a la obra, la interactividad en el arte, implica el
intercambio cabal de información entre diferentes sistemas, un sistema digital
y uno humano para generar información diferente. Por lo consiguiente,
toda obra de arte verdaderamente interactiva es un crisol de inéditas
perspectivas de realidad, y por lo tanto, una opción- estética- de construir
libertad.